Boric Ataca la Salud Ginecoobstétrica: ¡No a la degradación laboral de las matronas ni del servicio de salud reproductiva de mujeres y recién nacidos!

La reciente actualización de la Norma Técnica N°150, mediante el Decreto Exento N°243 del Ministerio de Salud, representa un grave retroceso en la organización y calidad de los servicios de obstetricia, ginecología y neonatología en Chile. Esta norma, que reestructura los servicios hospitalarios, vulnera la atención especializada en salud sexual, reproductiva y perinatal, además de invisibilizar y desvalorizar el trabajo de las matronas y matrones, profesionales esenciales en el cuidado del recién nacido y la salud de las mujeres. Entre los principales cambios que se introducen, destaca que la hospitalización ginecológica se traslada del servicio de obstetricia y ginecología al sector médico quirúrgico, las unidades de neonatología pasan a depender del servicio de pediatría y las urgencias ginecoobstétricas dejan de ser independientes para integrarse a una «urgencia indiferenciada», donde mujeres embarazadas y pacientes con patologías ginecológicas serán atendidas junto con otras urgencias generales.

Este cambio estructural genera preocupación porque puede afectar negativamente la atención especializada y diferenciada que merecen las mujeres, especialmente en procesos sensibles como los duelos perinatales o la interrupción voluntaria del embarazo. Además, los profesionales de matronería ven reducido su campo clínico y sufren un impacto en su reconocimiento profesional, lo que se suma a la crítica situación laboral que enfrentan. De hecho, se cuestiona la tasa oficial de cesantía de la profesión, ya que, según la dirigenta regional de Osorno, Sandra Coronado, la cifra real de cesantes es mucho mayor que la reportada públicamente.

Este cambio a la Norma Técnica N°150 se enmarca dentro de un contexto más amplio de ajuste fiscal impuesto por el gobierno de Gabriel Boric, que precariza a los trabajadores y trabajadoras de la salud pública al delegarles más funciones y responsabilidades a un personal ya sobreexplotado y con recursos limitados. En nombre de este ajuste, se sacrifica la salud de los trabajadores y se socava el rol de una profesión clave y altamente especializada, exponiendo a mujeres, recién nacidos y familias a una atención fragmentada y menos humana.

Desde la Fuerza 18 de Octubre expresamos nuestra total solidaridad con la lucha de los trabajadoras y trabajadores de la matronería, quienes defienden no solo su legítimo campo laboral, sino también el derecho de los trabajadores a una atención integral, de calidad y respetuosa en salud sexual, ginecológica, perinatal y de género. Exigimos la derogación inmediata del Decreto Exento N°243 que actualiza la Norma Técnica N°150 y hacemos un llamado a todas las organizaciones populares y de clase a desplegar todas las estrategias históricas de lucha para defender el trabajo de las y los matrones, así como la salud pública de Chile. Por el derecho a una salud digna y la defensa de las condiciones laborales de la matronería, ¡la lucha continúa!

22/05/25