La cantante chilena Norma Monserrat Bustamante Laferte (popularmente conocida como Mon Laferte) hizo resonar en Las Vegas la extraordinaria lucha del pueblo chileno, durante la entrega de los Grammy Latinos. Frente a todo tipo de medios internacionales, en la alfombra roja, la artista se quitó su saco y exhibió un mensaje grabado en su cuerpo desnudo: “En Chile torturan violan y matan”, en referencia a la represión desatada por el gobierno de Sebastián Piñera, que ya ha dejado 23 muertos, más de 200 heridos por lesiones oculares (siniestra metodología de Carabineros) y miles de detenidos.
Posteriormente, al ganar la estatuilla al mejor álbum alternativo, por su obra “Norma” (2018), leyó una décima de la poeta La Chinganera que dice: “Chile al son de la injusticia / la bota de la milicia / la bala del que no escucha / no detendrá nuestra lucha / hasta que se haga justicia”.
Su competidor, Álex Anwandter, también de origen chileno, exhibió durante la ceremonia un cartel con el mensaje: “Sabía ud. que en Chile se violan los Derechos Humanos?”.
La rebelión chilena ha tenido, naturalmente, su expresión en el mundo artístico y deportivo. La selección chilena resolvió no jugar el partido amistoso que estaba pautado para el 19 contra Perú, en solidaridad con las manifestaciones. Las hinchadas más importantes están dando una batalla para que no se retomen los campeonatos.
En tanto, los manifestantes se nutren también del arte en su lucha. “El baile de los que sobran”, de la mítica banda “Los Prisioneros”, es coreado en muchas de las movilizaciones. Fue grabado en 1986, bajo la dictadura pinochetista, y dice: “únanse al baile de los que sobran / nadie nos va echar de más / nadie nos quiso ayudar de verdad”.
A tono con una rebelión que cuestiona a todo un régimen.