Basado en la nota original de Mily Victoria en Prensa Obrera
Adaptación: Fuerza 18 de Octubre
28 de Junio: una fecha de reivindicación internacionalista
La rebelión de Stonewall se inscribe en un contexto de agudización de la lucha de clases. El presidente de los EEUU Richard Nixon (más conocido como instigador, promotor y ejecutor del golpe de estado en Chile en 1973) un republicano ultra derechista que pasó a la historia debido al escándalo de Watergate, aplicaba políticas de represión y mano dura. En el terreno global muchos sucesos se dieron durante este año: la llegada del hombre a la luna, las movilizaciones contra la guerra imperialista en Vietnam, también el movimiento de mujeres y el “Black Power” se levantaban en las calles por sus derechos. Antes, en 1968 estalló en Francia una rebelión obrero-estudiantil denominada el Mayo Francés. Sin ir muy lejos en Argentina sucedía el Cordobazo y también la formación de las primeras agrupaciones de gays y lesbianas, como Nuestro Mundo y Safo, que luego terminarían conformando el FLH (Frente de Liberación Homosexual).
Stonewall es un bar en las afueras de Nueva York donde en aquel momento acudían personas negras y miembrxs de la diversidad sexual de la clase obrera con el objetivo de encontrar un poco de esparcimiento ante extenuantes jornadas laborales. El bar era asediado constantemente por una de las fuerzas policiales más mano dura de la época. El sábado 28 de junio de 1969 a la 1:00 am luego de asistir al funeral de Judy Garland (icónica actriz en la cual las personas de las diversidades encontraban referencia) llegaron al bar gays, travestis, transexuales, dragqueens y lesbianas para compartir la noche pero fueron víctimas de uno de los habituales operativos policiales.
Esta vez les habitués se resistieron al abuso policial y a la típica redada con pedido de documentos. Esto dio paso a una represión que finalizó luego de seis días de continua resistencia en las calles. Los sucesos quedaron en la historia como la revuelta de Stonewall, siendo el puntapié inicial a la irrupción del movimiento LGBTI+ en la situación política de aquel momento. Gracias a la chispa que encendió la mecha del orgullo, proliferaron los agrupamientos de los activistas por los derechos de las diversidades, se formó el Gay Liberation Front (GLH) primer grupo LGBT heredero de Stonewall y también se replicaron alrededor del mundo. El 28 de Junio de 1970 a un año de la revuelta, se dio lugar a la primera marcha del orgullo llamada “Marcha de la liberación de Christopher Street” (la calle donde se encontraba el bar).
Una lucha que sigue viva en cada rincón del mundo
Hoy, 56 años después, la lucha que se encendió en Stonewall sigue más vigente que nunca. Mientras el sistema capitalista intenta apropiarse del orgullo para volverlo una mercancía, las condiciones de vida de las personas LGBTIQ+ en distintas partes del mundo continúan marcadas por la exclusión, la represión y el odio. La represión, los discursos antiderechos y las políticas regresivas avanzan.
A nivel global, la situación de las personas LGBTIQ+ es diversa. En algunos países, se han logrado avances significativos, mientras que en otros, el panorama es preocupante. Por ejemplo, en Perú, el Ministerio de Salud emitió un decreto que considera la identidad trans como una enfermedad mental. En España, la Comunidad de Madrid reformó su Ley Trans, eliminando la autodeterminación de género y reinstaurando la necesidad de informes médicos para acceder a tratamientos. En Francia, senadores de derecha propusieron prohibir los tratamientos hormonales para jóvenes trans, lo que generó masivas movilizaciones en defensa de los derechos trans. En Inglaterra, aún se permiten las terapias de conversión, y los discursos de odio contra las personas LGBTIQ+ han aumentado, impulsados por figuras públicas como JK Rowling.
En Europa del Este, la situación es aún más grave. En Eslovaquia, dos jóvenes LGBTIQ+ fueron asesinados en un ataque homofóbico en 2022. En Hungría, la «Ley de Propaganda» prohíbe la distribución de libros sobre homosexualidad en librerías, mientras que en Rusia, el gobierno ha catalogado a la comunidad LGBTIQ+ como una «organización extremista», intensificando la criminalización existente.
En Chile también están en disputa nuestros derechos
En Chile, si bien se han conquistado leyes importantes como la Ley de Identidad de Género o el matrimonio igualitario, los ataques de la derecha han recrudecido. En mayo de 2025, la Cámara de Diputados aprobó un informe transfóbico impulsado por sectores ultraconservadores, que pretende eliminar el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), prohibir tratamientos de afirmación de género a menores de 18 años, y derogar el uso del nombre social en las escuelas.
Este informe, aunque sin carácter vinculante, instala un discurso de odio contra las infancias trans y representa una amenaza real. La ausencia del oficialismo durante la votación fue una señal de abandono por parte de quienes deberían defender los derechos conquistados. Mientras tanto, los crímenes de odio siguen impunes, y las personas trans continúan siendo criminalizadas por existir.
El Estado es responsable
En su última Cuenta Pública, el presidente Gabriel Boric omitió cualquier mención a los derechos de las personas LGBTIQ+, profundizando una preocupante omisión que ya acumula más de tres años de promesas incumplidas hacia las diversidades sexuales y de género. Esta ausencia se produce en un contexto nacional e internacional donde nuestra población atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. Solo en el último año, los casos y denuncias por homo/transfobia en Chile aumentaron un 78,7%, con un total de 2.847 abusos, la cifra más alta registrada hasta ahora. Por primera vez desde el retorno a la democracia, los derechos LGBTIQ+ no avanzan, sino que retroceden. El programa presidencial contemplaba, entre otros puntos, la creación de un Cupo Laboral Trans y la modificación de la Ley de Identidad de Género para regular la rectificación de partida de nacimiento a menores de 14 años. Ninguna de estas medidas se ha concretado, al igual que otras promesas formuladas en anteriores cuentas públicas. Además, en la cuenta pública del 2024, el Presidente hizo un llamado al Congreso a aprobar diversas leyes, incluyendo dos históricamente demandadas por el movimiento LGBTIQ+: la reforma a la Ley Zamudio y la ley de convivencia escolar. Sin embargo, el Ejecutivo negoció en secreto la exclusión de toda mención a la diversidad sexual y de género en el proyecto de convivencia escolar, y la reforma a la Ley Zamudio permanece estancada. Con ello, el Gobierno rompe las garantías mínimas otorgadas en 2012, que aseguraban respaldo oficial para incluir la orientación sexual y la identidad de género como categorías protegidas por la ley antidiscriminación.
Salimos a las calles en todo el país
Desde Fuerza 18 de Octubre, nos sumamos con fuerza a la convocatoria de la XXV Marcha del Orgullo, que se llevará a cabo el sábado 21 de junio a las 14:00 horas en Plaza Italia, Santiago. Este año, la marcha se levanta como un grito colectivo contra los discursos de odio, la reforma regresiva a la Ley Zamudio y la ausencia de políticas públicas que protejan efectivamente a las disidencias sexo-genéricas.
«¡El Estado es responsable!», salgamos a las calles para recuperar todos nuestros derechos, garantizar los ya conquistados y exigir su plena aplicación. Nos manifestamos contra la criminalización de las infancias trans, la precarización de nuestras vidas, y por el fin del genocidio al pueblo palestino. Exigimos también la aparición con vida de Julia Chuñil, y la construcción de un movimiento de disidencias combativo, clasista e independiente de los Estados y sus gobiernos.
El orgullo no es una celebración vacía: es memoria, lucha y resistencia. Este 21 de junio, volvemos a llenar las calles para alzar la voz por nuestras vidas, por nuestra historia y por nuestro futuro.
04/06/25