Como corolario de una reunión internacional con delegaciones de diez países desarrollada el 24 y 25 de junio en Buenos Aires, este jueves 26 se concretó un gran acto en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Hablaron representantes del Partido Obrero (Argentina), la Tendencia Internacionalista Revolucionaria (TIR) y SI Cobas de Italia, la Corriente Nueva Izquierda por la Liberación Comunista (NAR) de Grecia, el Partido Socialista de los Trabajadores (SEP) de Turquía, Comunistas de Cuba, la Fuerza 18 de Octubre de Chile, el Comité de Frente Único por un Partido Laborista (UFCLP) de Estados Unidos, y la Agrupación Vilcapaza de Peru.
En su intervención, Panogiotis Xoplidis (del NAR de Grecia) planteó que la guerra en Ucrania y el genocidio en Palestina marcan un salto en la barbarie a la que nos conduce el capitalismo. Calificó la guerra en el este europeo como una guerra interimperialista y dijo que no asistimos, como afirma la propaganda mediática, a una confrontación entre democracia y totalitarismo en el mundo, sino a un choque de intereses entre las potencias occidentales y un bloque formado por Rusia y China. Y que no se trata de elegir entre uno u otro de estos “bloques imperialistas”, como ha hecho buena parte de la izquierda mundial, sino de forjar un bando propio de los trabajadores. Con respecto a la situación en Medio Oriente, sostuvo que un triunfo del pueblo palestino alentaría a los oprimidos de todo el mundo, especialmente a las masas de migrantes europeos. Por último, ponderó la reunión de Buenos Aires como “el principio de una respuesta internacionalista ante la guerra”.
Frank García Hernández, de Comunistas de Cuba denunció el proceso de restauración capitalista que lleva a cabo el gobierno de la isla, que se caracteriza por un desarrollo creciente del sector privado (ya hay más de 11 mil empresas de ese tipo, apuntó) y el abandono del monopolio estatal del comercio exterior. A su vez, señaló que a eso se suma una represión y persecución cada vez mayor, que tiene su expresión principal en la detención de alrededor de 300 personas tras las protestas de 2021 (contra el deterioro acelerado de las condiciones de vida) y la condena a penas de entre 10 y 20 años de cárcel a muchos trabajadores por supuesta “sedición”. Planteó que no se debe confundir a la revolución con el gobierno cubano, y que se tiene que defender a la isla de las agresiones imperialistas y luchar, al mismo tiempo, por una revolución política antiburocrática.
Steve Zelter, del Comité de Frente Único por un Partido Laborista (UFCLP) de Estados Unidos, resaltó el movimiento de masas de solidaridad con Palestina en Norteamérica y el ascenso de la organización sindical. Alertó sobre los planteos de Trump, que calificó como un peligro para Estados Unidos y el mundo entero, y planteó la necesidad de un frente único contra el fascismo. Cerró su intervención defendiendo la perspectiva de un partido propio de los trabajadores estadounidenses que enfrente tanto a Biden como Trump.
“En el Chile de Boric tenemos que seguir pagando para acceder a derechos elementales”, asestó Olga Aguirre, de la Fuerza 18 de Octubre, para explicar que la experiencia de gobierno centroizquierdista en el país trasandino está al servicio de los intereses del gran capital. Advirtió que los frentes populares, de colaboración de clases con la burguesía, son “un callejón sin salida” para la clase trabajadora. Una postura independiente -dijo- es la única manera de enfrentar con éxito a la derecha.
Fabio Santoro, del SI Cobas de Italia (central sindical combativa de peso en el sector de la logística), marcó las coincidencias previas entre las organizaciones que participaron de la reunión de Buenos Aires: la defensa de los métodos históricos de acción de la clase obrera, como el piquete, y acciones comunes como los actos y manifestaciones en febrero de este año, cuando se cumplieron dos años de guerra en Ucrania. Indicó que esta semana de deliberaciones es un paso hacia una unidad aún más importante entre las fuerzas presentes.
César Zelada, de la Agrupación Vilcapaza y la junta directiva del Movimiento Sin Techo de Peru (MST-P), se refirió al proceso golpista contra Pedro Castillo (destituido y encarcelado), y a la vez a los límites políticos que tuvo su gobierno. Y dijo que, 30 años después de los fallidos planteos de Fukuyama sobre el fin de la historia y las ideologías, el hambre, las represiones y guerras confirman los pronósticos catastrofistas del Partido Obrero.
El representante del SEP de Turquía, Ember Baser, comenzó su discurso señalando que la gente en situación de calle -que es tan común en Buenos Aires como en Estambul- es un resumen de la situación actual que vivimos bajo el capitalismo. Denunció las guerras incontables, masacres y genocidios, la represión contra el pueblo kurdo, y llamó a unir a los explotados del mundo en la lucha por la revolución social.
Pietro Basso, de la TIR de Italia, arrancó su alocución planteando que Milei es uno de los ejemplos más agresivos de los gobiernos del hambre y la guerra, ya que alineó a la Argentina con la Otan, en el conflicto en Ucrania, y con Israel. E indicó que la guerra exterior e interna “son dos caras de una misma moneda”, porque la Ley Bases -dijo- es una declaración de guerra contra los trabajadores. Informó las acciones de solidaridad en Italia con el movimiento piquetero y Eduardo “Chiquito” Belliboni (dirigente del Polo Obrero perseguido por el gobierno de Milei), tanto en Nápoles como en Génova, y concluyó que “el internacionalismo no es una mera consigna sino el centro mismo de nuestra actividad”.
Consideró que en el mundo hay un enfrentamiento entre el bloque imperialista de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y otro bloque en formación en torno a China, Rusia e Irán. Planteó que los regímenes capitalistas de Rusia y China no ayudarán la causa del proletariado ni causas como la del pueblo palestino, y que se trata de construir otro campo, el de los explotados.
En el cierre de la actividad, Gabriel Solano (dirigente nacional del Partido Obrero) empezó celebrando la reacción de los trabajadores bolivianos, que expulsaban por esas horas de la Plaza Murillo de La Paz, en Bolivia, a militares que habrían intentado perpetrar un nuevo golpe de Estado. Criticó que Milei y la ministra de seguridad Patricia Bullrich no se pronunciaran al respecto, mientras, en cambio, endilgan tentativas golpistas que no existen a los trabajadores que se movilizan contra el ajuste en Argentina.
Sostuvo que la guerra en Ucrania enfrenta al imperialismo, que quiere llevar hasta el final el proceso de restauración capitalista en los ex Estados obreros, y al gobierno de Putin y los oligarcas rusos que intentan conducir ese mismo proceso en sus propios términos. Y agregó que el planteo, ante esa situación, es la lucha por el derrocamiento de los gobiernos de la guerra. Tras el inicio de la conflagración en el este europeo -recordó- el PO emitió un llamamiento con una posición independiente y lo difundió. Y que, afortunadamente, hemos coincidido en una visión similar sobre la guerra con corrientes políticas de otros países que vienen de otras tradiciones políticas. Las coincidencias se extienden a Palestina, donde no solo hay una denuncia común del genocidio, sino también una defensa de la resistencia del pueblo palestino y su derecho al retorno.
Subrayó que las fuerzas presentes en el acto son todas fuerzas actuantes en la lucha de clases de sus países. Enfatizó la tarea de construir partidos de combate que luchen por el gobierno de los trabajadores y una internacional revolucionaria, que para el PO es la Cuarta Internacional.
Volviendo sobre el tema de la guerra, Solano sostuvo que es la expresión de que la bancarrota capitalista ha llegado a un nivel en que ya no puede procesarse sólo en términos económicos (quiebras, aranceles, etc.), políticos y diplomáticos, y que por eso crece el gasto en armamento en el mundo.
Explicó que los revolucionarios siempre estarán en la primera línea de lucha contra el fascismo y los personajes como Trump, pero que en la situación mundial actual son los gobiernos de Biden, Sunak, Macron o Scholz (lo que sería el imperialismo “democrático”) los que alientan la guerra y el ajuste. La cuestión principal planteada, entonces, es la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, y no una disyuntiva de tipo “democracia vs. fascismo”. Los frentes de colaboración de clases -añadió- borran la autonomía de la clase obrera y terminan favoreciendo la reacción política y el fascismo, que encuentran su caldo de cultivo en la descomposición capitalista.
El acto contó con una mesa integrada por oradores de las organizaciones presentes y los dirigentes del PO Pablo Heller y Guillermo Kane. Se finalizó, por supuesto, con el canto a viva voz de La Internacional y “luchar, vencer, obreros al poder”.
Nota original de Prensa Obrera:https://prensaobrera.com/internacionales/un-gran-acto-internacionalista-contra-los-gobiernos-de-la-guerra-y-el-hambre