El pasado miércoles, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó con 56 votos a favor, 31 en contra y 6 abstenciones el informe de la Comisión Especial Investigadora Nº 57, elaborado por sectores de ultraderecha, que propone una serie de retrocesos en derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes trans, entre ellos la eliminación del Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), la prohibición de tratamientos hormonales sin excepciones para menores de 18 años, y la derogación de la Circular N°812, que permite el uso del nombre social en los establecimientos educacionales.
Pese a que el informe no tiene fuerza legal, su aprobación representa una ofensiva política que legitima discursos de odio y prácticas de exclusión hacia las infancias trans. Lo más grave es que el bloque oficialista permitió que este avance reaccionario ocurriera gracias a una amplia y escandalosa ausencia de sus parlamentarios: 62 diputadas y diputados no asistieron a la votación, incluyendo a 36 del sector de la supuesta “izquierda”.
Mientras las familias de infancias trans seguían el debate con angustia, el oficialismo optó por el silencio y la inacción. Le entregaron el Congreso a la derecha y dejaron sin respaldo institucional a un programa que ha sido clave para garantizar contención psicológica, acompañamiento clínico y respeto por la identidad de género de las niñeces que transitan.
Tal como lo advirtió el Movilh tras presenciar la votación, se trata de “una brutal bofetada contra los derechos humanos”, que ocurre justo durante la Semana contra la Homo/Transfobia. El informe promueve abiertamente la negación de la identidad, el control absoluto de los cuerpos disidentes y una política de castigo contra las familias que acompañan procesos de transición, en nombre de una supuesta defensa de la niñez que no considera ni escucha a las propias niñeces trans.
La votación muestra con claridad la relación de fuerzas:
• A favor: 51
• En contra: 31
• Abstenciones: 6
• Ausencias: 62 diputadas/os —la mayoría, de sectores que se dicen progresistas.
La ultra derecha no gana sola. Lo hace porque cuenta con un bloque oficialista dispuesto a lavarse las manos, ausentarse y luego lamentarse en redes sociales. Este colaboracionismo pasivo tiene consecuencias directas: hoy se ha abierto la puerta a la exclusión institucional de las niñeces trans, a las cuales se les podría negar el acompañamiento psicosocial que necesitan si esta ofensiva se sigue consolidando.
Mientras el Gobierno calla y su bancada se ausenta, las familias quedan solas, enfrentando una institucionalidad que retrocede al negar la existencia de sus hijes. Si se acatan las recomendaciones del informe, quienes no pueden pagar atención privada quedarán sin acceso a atención digna y afirmativa, lo que implica un claro sesgo de clase y una violencia estructural hacia las infancias trans en situación de vulnerabilidad.
Desde la Fuerza 18 de Octubre denunciamos:
• El rol funcional del oficialismo, cuyas ausencias permitieron la aprobación del informe transfóbico.
• La peligrosa naturalización del discurso reaccionario en el Congreso, avalada por omisiones y abstenciones.
• El impacto directo sobre la salud mental, el bienestar y los derechos de las infancias trans más precarizadas.
Como militantes revolucionarios comprometidos con la defensa de los derechos de las disidencias sexuales y de género, no aceptaremos que esta agenda avance sin resistencia. Estaremos en las calles, en las escuelas, en las familias, construyendo redes de apoyo y enfrentando cada intento por imponer el odio como política pública.
Las infancias trans existen, merecen vivir con dignidad, amor y reconocimiento.
No nos van a borrar. No pasarán.
23/05/25