El fútbol se pone la camiseta de la rebelión chilena

Nota publicada originalmente en Prensa Obrera.

  • Diego Bubu

La rebelión popular en Chile ha sumado también la adhesión del fútbol, el deporte más popular del país y el mundo.


Representantes de alto renombre futbolero expresaron su apoyo al gigantesco proceso de movilizaciones. "No es el metro, es salud, es educación, es pensiones, es vivienda, es el sueldo del parlamentario, es el aumento de la luz, es el aumento de la bencina, es el robo de las Fuerzas Armadas, es el perdonazo al empresario, es la dignidad de una sociedad", enumera un panfleto cuya imagen reprodujo en redes sociales el futbolista de la selección Gary Medel. El arquero Claudio Bravo Muñoz, en tanto, tuiteó: "vendieron a los privados nuestra agua, luz, gas, educación, bosques, el salar de Atacama, los glaciares, el transporte. Algo más? no será mucho? No queremos un Chile de algunos pocos, queremos un Chile de todos. Basta".


La adhesión superó los límites nacionales. Gabriel Costa, volante del seleccionado peruano, es uno de los primeros deportistas internacionales que han expresado su apoyo al pueblo chileno. Incluso en un partido de la liga suiza, que enfrentó al FC Zürich y al Thun, se pudo ver una bandera en apoyo a la rebelión.


La actitud de los jugadores marca un contraste con las autoridades del fútbol, apenas preocupadas en mantener el negocio. La Conmebol se empeñó hasta último momento por mantener a Santiago como sede de la final de la Copa Libertadores. Pese a que el país se incendiaba por las protestas, el 30 de octubre esa institución ratificó al Estadio Nacional como sede del evento que debe enfrentar a River y Flamengo. Finalmente el día 5 de noviembre, se vieron obligados finalmente a trasladar el partido a Lima. Si la apuesta de Conmebol era que las protestas decrecieran, han fracasado. El DT millonario, Marcelo Gallardo, tuvo una actitud más decorosa al declarar: "nuestro partido pasa a segundo plano. Esperemos tener mayores precisiones sobre la sede, pero hay cosas más importantes y delicadas".


Las calles de Santiago, Valparaíso, Coquimbo, copadas por un pueblo movilizado, buscando cambiar la historia, superan a cualquier cuadro y camiseta. Hace trizas el "opio de los pueblos" deportivo. Desaparecen las famosas rivalidades. En una única masa se mezclan casacas y banderas del Colo Colo, la "U", Universidad Católica, Unión Española, Huachipato, Deportes Temuco, Deportivo Palestino, etc.


En Chile, el pueblo ganó las calles y no hay nada ni nadie que los detenga.


No hay duda, el fútbol es el deporte más hermoso del mundo. Ya sabemos bien quiénes manchan la pelota.