Entrevistamos a Jaqueline, Héctor y Ronnie, militantes del Frente Anticapitalista de Concepción. Jaqueline es una joven dirigente que surge desde los movimientos sociales; Héctor es militante barrial, ex militante del MIR en la toma Lenin en el año 70”, donde hoy se asienta el Frente Anticapitalista, y Ronnie es un histórico dirigente trotskista de la zona de Concepción. Nos dieron un pantallazo sobre cómo conciben la situación chilena, las características de su organización y cuáles son, según su punto de vista, los desafíos planteados para la juventud, los trabajadores y el pueblo chileno. También opinaron sobre la propuesta del Partido Obrero de Argentina sobre la realización de una conferencia de la izquierda latinoamericana.
-¿En dónde está parada hoy la rebelión chilena?
Jaqueline: Es claro que la rebelión enfrenta intentos sistemáticos de ser desviada. El domingo pasado, más de treinta alcaldías han impulsado una consulta popular no vinculante para saber si la gente está de acuerdo con una reforma constitucional y cuáles son los reclamos prioritarios de la población. Parece un chiste, porque, desde hace dos meses, millones y millones de jóvenes, trabajadores y pobladores le han gritado en la cara al gobierno que no lo soportan más y que quieren una Asamblea Constituyente para terminar con las AFP (el régimen de jubilaciones privadas), que quieren verdaderos aumentos de salarios y pensiones, y que la salud y la educación dejen de ser un negociado y sean accesibles a toda la población. De todas formas, en la consulta participaron más de 2 millones de personas. Lo que está reflejando un alza de la participación política de las masas. Pero es claro que esta consulta apunta a ir encauzando la rebelión en línea con lo establecido en el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, firmado por los partidos de Chile Vamos, la ex Nueva Concertación y el Frente Amplio, y contener el fuerte proceso de disgregación política. El “Acuerdo por la Paz” establece un plebiscito para abril de 2020, el inicio de una reforma constitucional recién para octubre y le garantiza a la derecha política el derecho a vetar cualquier cambio de fondo que se quiera imponer en el proceso. El PC, que no firmó el “Acuerdo por la Paz” pero que oficialmente declaró su apoyo desde fuera del pacto formal, impulsó a fondo la consulta popular no vinculante del domingo con el objetivo de “influir” en el plebiscito de abril, favoreciendo una salida institucional reaccionaria en desmedro de la movilización popular en las calles de todo Chile.
-¿Qué orientación alternativa levantan desde el Frente Anticapitalista?
Jaqueline: Para nosotros, la pelea central pasa porque se vaya Piñera. Es un reclamo completamente extendido en el pueblo chileno. La desaprobación hacia el gobierno sigue creciendo y ya llega a un 80%. Algunos nos dicen, “¿pero si se va Piñera, qué viene?”. Si echamos a Piñera, nosotros planteamos que todo el poder debe pasar a manos de una Asamblea Constituyente, convocada por las organizaciones de las masas en lucha, que sea la encargada de legislar y ejecutar las reivindicaciones más acuciantes del pueblo chileno, como también de dar una salida a problemas de fondo, como la necesidad de recuperar los recursos naturales y estratégicos del país y que queden bajo control de comisiones electas de trabajadores y pobladores. Como lo demostró el impacto que tuvo el paro nacional del 12 de noviembre, una huelga general indefinida sería el método más efectivo para profundizar la lucha en esa dirección.
-¿De dónde viene el Frente Anticapitalista y dónde interviene?
Héctor: Nosotros venimos de recorrer una experiencia con el Frente Amplio. En su momento y especialmente para sectores de la juventud, el Frente Amplio surgió como una alternativa a lo que en Chile llamamos el duopolio neoliberal, las dos fuerzas mayoritarias que se han alternado en el poder a lo largo de los últimos 30 años. Ronnie tuvo la oportunidad de polemizar fuertemente en el congreso del Frente Amplio sobre aspectos programáticos y metodológicos de la fuerza, logrando reagrupar a una veintena de congresales con un planteo alternativo. La justeza de nuestros cuestionamientos se confirmó con el estallido de la rebelión. El Frente Amplio ha terminado siendo cómplice y sostén del gobierno de Piñera. No sólo firmó el “Acuerdo por la Paz”, también apoyó las leyes represivas. Desde el Frente Anticapitalista, a la par que interveníamos con una posición crítica en el Frente Amplio, desarrollamos un extendido trabajo de organización en movimientos sociales, como el Club de adultos mayores contra las AFP; poniendo en pie un Frente Socioambiental contra la depredación capitalista del medio ambiente, que es un tema muy sentido en Concepción y sus alrededores; y ahora interviniendo en la asamblea popular provincial de Concepción, que es un gran frente único, que apostamos a que avance en mayores definiciones políticas y programáticas, y en iniciativas de lucha.
-¿Qué perspectiva le ven al Frente Anticapitalista?
Ronnie: El estallido social puso en evidencia la profunda crisis del régimen del duopolio, un salto en el proceso de ruptura de las masas con él y una extraordinaria combatividad de la juventud y los denominados movimientos sociales. La rebelión popular ha puesto en el orden del día la necesidad de una nueva fuerza política en el país. Es un enorme límite la ausencia de una fuerza que luche sistemáticamente, a nivel nacional, desenmascarando el “Acuerdo por la Paz” y agitando el Fuera Piñera, la Asamblea Constituyente libre, soberana y efectiva, y la huelga general indefinida, en pos de un programa de transformación de Chile bajo la dirección de los trabajadores. El Frente Amplio implosionó y la necesidad de una fuerza que levante una política para la juventud, de los trabajadores y revolucionaria a escala nacional es evidente. Por eso, nosotros hemos hecho pública nuestra ruptura con el Frente Amplio y estamos en contacto con muchos sectores del ala izquierda del Frente Amplio y de la juventud combativa en el norte, centro y sur del país, que están dispuestos a discutir y avanzar junto con nosotros en la misma dirección, para constituir un reagrupamiento superador. El acompañamiento y el apoyo brindado por el Partido Obrero de Argentina en este proceso, no sólo por la referencia conquistada con el Frente de Izquierda sino también por su papel en la lucha de clases argentina, son muy importantes. El PO nos ha puesto en contacto con un núcleo de compañeros en Santiago, que comparten con nosotros esta perspectiva y con quienes también pretendemos confluir en una organización de la juventud, los trabajadores, anticapitalista y revolucionaria.
-Para finalizar. ¿Cómo ves el planteo del PO de que el Frente de Izquierda de Argentina impulse una Conferencia Latinoamericana?
Ronnie: Me parece una muy interesante y audaz propuesta. El cuadro convulsionado en el que se encuentra América Latina lo reclama. Además de la rebelión chilena tenemos el golpe en Bolivia, el proceso huelguístico que se desató en Colombia, antes la rebelión en Ecuador, en Haití, Puerto Rico, Honduras y más atrás en Nicaragua. Además tenemos al ultraderechista Bolsonaro en Brasil, que ataca al pueblo brasilero y conspira contra los pueblos de los países vecinos, como hizo en Bolivia. Alberto Fernández le ha dado un guiño al asesino Piñera. Tenemos un escenario realmente favorable, que reclama una dirección política de los explotados y oprimidos. Creo que sería muy útil proyectar la experiencia del Frente de Izquierda de Argentina, que ha defendido siempre la independencia política de los trabajadores, a escala de toda Latinoamérica.