Este lunes se desarrolló en la ciudad de Mendoza un acto contra el golpe de Estado en Bolivia y en apoyo a la rebelión popular chilena. Previamente, una movilización unió los consulados de ambos países. Organizada desde el PO, participaron también de la actividad compañeros de la comunidad boliviana y de la Fuerza 18 de Octubre, organización que lleva ese nombre por el día en que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno, del país trasandino.
Juan Soto, de la ciudad de Concepción y militante de la recientemente constituida Fuerza 18 de Octubre, señaló el “carácter criminal y delincuente del gobierno de Sebastián Piñera”. Denunció la existencia de presos políticos, torturados y miles de heridos. “No vamos a parar en esta lucha revolucionaria, anticapitalista, hasta echar a Piñera”, sentenció.
Marina, de la comunidad boliviana en Mendoza, dijo que “no vamos a parar hasta que se vayan esos asesinos”, en referencia a los propulsores del golpe de Estado en ese país. “Vamos a estar de pie siempre, apoyando a nuestra querida Bolivia”.
Patricio Suazo, de la 18 de Octubre de Santiago, pronosticó que “marzo será un mes de muchas movilizaciones”. “Abogamos -dijo- por la construcción de un partido de trabajadores, por un partido obrero en Chile”.
Federico Tellera, del PO de Mendoza y de la comunidad boliviana, dijo que “la única forma que tenemos de salir de esta crisis es organizar un gran partido obrero en todos los países. En Chile, Bolivia, Ecuador, en toda América Latina”.
Gabriel Solano, dirigente del PO, mencionó a Chile y Bolivia como “los dos grandes epicentros” de la situación política latinoamericana. “En Bolivia hay un golpe de Estado indudable”, dijo. Denunció las represiones criminales del golpismo, como la ocurrida en Senkata. Asimismo, criticó la proscripción electoral de Evo Morales. “No va a haber elecciones democráticas en Bolivia si son convocadas por los golpistas”, apuntó. No obstante, criticó la renuncia de Morales a la presidencia y su tendencia a la capitulación frente al golpismo. “Hay que organizarse y aplastar el golpe físicamente”, contrapuso, recordando la tradición de levantamientos populares en el país del Altiplano. Cuestionó la ausencia de todo pronunciamiento contra la proscripción de Morales por parte del gobierno de Alberto Fernández y lo vinculó al intento de congraciarse con Estados Unidos en medio de las negociaciones por la deuda.
Planteó la importancia de una Conferencia Latinoamericana (propuesta que ya ha sido dirigida a los partidos que integran el FIT-U) que tenga como perspectiva estratégica la unidad socialista de América Latina.