Millones de mujeres ganaron las calles en Chile en el 8M

Nota publicada originalmente en Prensa Obrera.

  • Sebastián Pezo

Este fin de semana, el día viernes y el día domingo, se desarrollaron multitudinarias convocatorias en todo Chile, en donde la más excepcional fue sin dudas la del 8M con más de 2 millones de mujeres en las calles de Santiago y cientos de miles de mujeres más en el resto del país. 


Movilizadas por el fuera Piñera mediante la huelga general, una consigna votada el encuentro plurinacional de mujeres que luchan; por el aborto legal, seguro y gratuito, el cese de los femicidios y tambien contra la impunidad, las mujeres tomaron las calles.


La represión 


En un contexto de polarización, entre el apruebo y el rechazo a la modificación de la Constitución, con una burocracia sindical que ha intentado de todas las formas posibles calmar la movilización popular (ahora con un llamado a paralización de 11 minutos para el miércoles 11) y una campaña televisiva de criminalización a la protesta social, miles de personas retomaron la lucha masiva este fin de semana contra la represión del gobierno y la impunidad de sus responsables.


Como respuesta a la movilización popular, se desarrolló una brutal represión en los puntos de enfrentamiento con la primera línea el día viernes, que terminó con 2 periodistas heridos por bombas lacrimógenas, un punto de salud completamente quemado por el asedio de Carabineros, decenas  de personas heridas, más de una decena de detenidos, nuevos casos de personas con pérdidas oculares y dos manifestantes muertos, uno en Concepción y el otro en Santiago.



La escalada de la represión fue consentida por todos los partidos del régimen que han apoyado con votos explícitos o entregando quórum a la votación de las llamadas leyes anti saqueos, anti capucha, anti barricadas y la de infraestructura crítica, que permite en principio, la salida de los militares a la calle sin la necesidad de proclamar un estado de excepción, prohibiendo así el derecho a la movilización como la toma de fábricas en diferentes rubros.


El desarrollo de la movilización del día viernes, en conjunto con el mochilazo en la semana y el 8-9M apuntan a un marzo picante como previa al plebiscito de abril (sobre una reforma constitucional) y con las masas en la calle combatiendo al gobierno.


La huelga feminista va


Un pañuelazo gigante por el aborto legal, seguro y gratuito, y un centenar de mujeres se hicieron presentes en la movilización popular del “super viernes” como la precuela de la huelga feminista y que a todas luces está siendo todo un éxito después de la masiva convocatoria del día de hoy.


La lucha tenaz contra Piñera, la ministra de mujer y equidad de género, Isabel Plá, y el Estado como el principal sostenedor de un régimen de violencia y negación de los derechos ha sido el motor de las movilizaciones en el movimiento de mujeres. El gobierno confirmó que se desplegaron un total de 1700 efectivas policiales para resguardar el “orden público”, que no pudieron contener el desborde de las mujeres, que las han identificado como las caras visibles de la violencia perpetrada por el Estado.


 Este domingo tuvimos a más 2 millones de mujeres que colmaron las calles de Santiago, miles de mujeres movilizadas de norte a sur por todo el país; Valparaíso, Concepción, Aysén, Antofagasta, entre otras ciudades fueron los principales puntos de concentración.


Fuera Piñera 


Sin duda la movilización de esta primera semana de marzo termina por confirmar la tesis de que marzo es una batalla contra la impunidad y por el fuera Piñera. Los ánimos de llevar adelante una asamblea constituyente, significan en última instancia la necesidad de las masas precarizadas de echar abajo un régimen que ha privatizado todo. 


En marzo debemos dejar todo en la calle para llevar adelante una constituyente libre, soberana y con poder, de otra forma, avanzamos directo al fracaso. La necesidad de levantar un encuentro nacional de asambleas populares y un congreso del sindicalismo para desarrollar un plan de lucha común, que unifique las reivindicaciones en un pliego de demandas es una tarea urgente a llevar a cabo. El desarrollo de estas iniciativas y una puesta en marcha de acciones en común con el movimiento de mujeres, los estudiantes, los pensionados y la disidencia sexual serán el camino que deberemos desarrollar para conquistar nuestras demandas.


La convocatoria de hoy ha superado todas las expectativas y coloca la lucha popular en marzo como el principal obstáculo del plebiscito y el gobierno de Piñera. 


 


 


 


 




 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


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