Se prepara un nuevo paro general en Chile

Nota publicada originalmente en Prensa Obrera.

  • Pablo Giachello

El bloque sindical de la Unidad Social anunció, hoy por la madrugada, la convocatoria a un nuevo paro general, que comenzaría con una huelga de los portuarios y algunos sindicatos de comercio el próximo lunes 25, se generalizaría el martes con la totalidad de los sindicatos integrantes de la Unidad Social, y concluiría el miércoles. El anuncio de la medida de fuerza tiene lugar luego de que la dirección de la Unidad Social suspendiera la que había sido programada para el jueves 21.


El paro general que comenzará el lunes será el primero luego de firmado el “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”, firmado por el oficialismo y la ‘oposición’ para sostener al presidente Piñera, habilitando una constituyente trucha y amañada. El gobierno, en un intento de retomar la iniciativa política y desactivar la rebelión, además de ese pacto infame anunció el otorgamiento de nuevas medidas sociales, como un limitadísimo aumento de pensiones y salarios y la reducción de las dietas de los funcionarios. Sin embargo esta estrategia está fracasando, como lo atestigua la continuidad de la rebelión y el desprestigio en el que han caído todos los partidos partícipes de la ‘cocina’ del pacto, incluida la centroizquierda del Frente Amplio.


Día de furia y represión


El levantamiento, por parte de la Unidad Social, de la medida que había sido anunciada para ayer, no evitó sin embargo que se produzca una jornada de lucha que fue catalogada por El Mercurio (el principal diario de la burguesía chilena) como la “más violenta desde que se firmó el ‘Acuerdo por la Paz’”. Es evidente que la publicación del informe de Amnistía Internacional terminó por echar nafta al estallido social, puesto que allí se denuncia que “la intención de las fuerzas de seguridad es clara: dañar a quienes se manifiestan para desincentivar la protesta, incluso llegando al extremo de usar la tortura y la violencia sexual” y que “las autoridades bajo el mando del Presidente Piñera han sostenido su política de castigo durante más de un mes, generando que más personas se sumen al abrumador número de víctimas”.


En la comuna de Quilicura, en las inmediaciones de Santiago, los manifestantes quemaron un centro comercial como respuesta a las numerosas denuncias de que funciona como un centro de tortura de la PDI (Policía de Investigaciones de Chile) contra jóvenes protagonistas de la rebelión. Por la mañana, en Santiago se realizó un paro y una masiva marcha protagonizada por la ANEF (empleados públicos) y el Colegio de Profesores, uniendo los reclamos del sector a la exigencia de la Constituyente. Y, por la tarde, miles de jóvenes volvieron a enfrentarse con las fuerzas de seguridad. El estallido de la furia fue nacional, con masivas movilizaciones y barricadas que enfrentaron las represiones en Antofagasta, en Valparaíso, en Concepción, y otros puntos.


Preparar la huelga


La Unidad Social convoca a la huelga repudiando la represión criminal y reclamando justicia,  condenando el “Acuerdo por la Paz”, exigiendo un pliego de reivindicaciones sociales y reclamando una Asamblea Constituyente. Sin embargo, la dirección de la Unidad Social, desde el estallido de la rebelión, ha evitado reclamar la caída del gobierno, que es la clave para que se produzca un salto en la situación política chilena.


Es muy claro que la burguesía advierte que una salida de Piñera significaría un descomunal “empoderamiento” de las masas en lucha. Es justamente por eso ese debe ser el objetivo inmediato de las masas rebeladas. Bregar por ello plantea poner en primer plano la pelea por la huelga general indefinida y la puesta en pie, en todas partes, de organismos de auto-organización de las masas: asambleas populares, comités de huelga en empresas, fábricas y lugares de trabajo, coordinadoras y congresos de delegados de base.   


La enorme gesta que protagoniza el pueblo chileno reclama a gritos una dirección política revolucionaria, que logre ‘cocinar’ una insurrección popular victoriosa.