La situación política nos llama, y no podemos responder con titubeos ni con cálculos estrechos. A meses de las elecciones presidenciales del domingo 16 de noviembre de 2025, el escenario político vuelve a mostrar, una vez más, que la clase trabajadora no tiene candidaturas propias. Los nombres que se disputan el sillón presidencial —desde la ultraderecha pinochetista de los Kast hasta la nueva versión de la Concertación encabezada por Jeannette Jara— representan distintas variantes del mismo régimen, ese que durante más de treinta años ha administrado la miseria, la precarización y la represión contra nuestro pueblo.
Estamos, de nuevo, frente a un operativo de polarización política y electoral entre “democracia” y “fascismo” donde se tratará de entrampar a las masas trabajadoras detrás de variantes políticas patronales ajenas a sus intereses. Por supuesto que no podemos votar por la derecha y sus expresiones fascistoides que anuncian a tambor batiente que va a seguir profundizando un curso reaccionario y represivo contra el pueblo trabajador: Matthei, Kast y Kaiser son pinochetistas de tomo y lomo y no esconden sus intenciones de encarnar el retorno a un proyecto abiertamente represivo contra la clase obrera. Sus discursos fascistas son amenazas dirigidas a todos los sectores populares que luchan y se organizan y debemos tomarles la palabra. Lo que está en discusión es si quienes, desde el gobierno, los empoderaron y permitieron que su discurso y agenda reaccionaria avanzara son una opción para ponerle un freno. La ley Naim Retamal para que los pacos puedan disparar sin mayores resguardos, ni consecuencias; la ley antitomas contra las familias que luchan por la vivienda; la reforma regresiva de la ley migratoria; la reforma de la ley antiterrorista; etc; sancionadas durante el mandato de Boric fueron impulsadas y aplaudidas por las distintas vertientes de la derecha pinochetista y serán usadas contra el pueblo trabajador en un eventual gobierno de cualquiera de estos postulantes.
El gobierno de Boric ha desmoralizado a grandes sectores del pueblo trabajador que se ilusionaron en que iba a trastocar el orden político/económico/social de los sucesores del pinochetismo. Jeannete Jara fue ministra de Trabajo de Boric y es corresponsable de la actual situación: seguimos con una educación y salud en manos de mercaderes privados, la jubilación es un negocio de las aseguradoras privadas, el derecho al aborto no ha sido legalizado, la represión se despliega contra nuestros hermanos mapuches y toda resistencia popular, las reformas laborales antiobreras siguen vigentes, el costo de vida estrecha el salario de trabajadores y explotados, Chile no rompe relaciones con el estado sionista genocida del pueblo palestino. Ahora, la “comunista” Jara se presenta con promesas de “reformas” falsas y cosméticas para seguir manteniendo en pie el régimen que nos legó Pinochet. Ha dejado claro que no viene a “subvertir” el orden reaccionario existente, viene a continuarlo y afianzarlo. Por eso Boric la apoya y El Mercurio habla de ella como una comunista sin dientes.
Si los trabajadores votan por los candidatos del frente de Jara, pensando que van a cambiar aunque sea en un sentido reformista el régimen reaccionario y que así se le pone un freno a la represión y el avance derechista, se equivocarán. A la derecha la paramos con la organización y movilización de la clase obrera y los explotados, en forma independiente del frente de “conciliación de clases”, que desmoviliza y desmoraliza la lucha popular contra los capitalistas y la derecha abriéndole el camino para que ésta avance.
Frente a esta situación, la izquierda que se reclama independiente y revolucionaria tiene una tarea urgente e impostergable: levantar una alternativa propia de la clase trabajadora, una fuerza independiente, clasista y combativa, con candidatos que representen los intereses de la clase obrera. Reagrupemos el voto de aquellos que no quieren votar a la oposición derechista, pero tampoco apoyar a los enterradores de la rebelión del 18 de octubre de 2019. No solo para usar la campaña electoral, como plataforma de agitación y denuncia del régimen y de llamado a la lucha por nuestras reivindicaciones, sino también porque prepara mejores condiciones para las inevitables luchas que se avecinan. Lamentablemente, los esfuerzos por levantar esta alternativa se han visto fragmentados. El PTR ha logrado conquistar la personería en la Región Metropolitana donde podrá presentar listas además de las regiones norteñas de Tarapacá, Antofagasta y Arica y Parinacota; el MIT por su parte concentra sus esfuerzos en juntar las firmas para poder levantar la candidatura como independiente de la compañera María Rivera al parlamento y en el caso de las y los compañeros del MST integran el frente Izquierda Ecologista Popular junto a varias organizaciones entre las que se encuentran los partidos Igualdad, Humanista y Popular. Consideramos que esta dispersión es un error que debilita a la vanguardia obrera, estudiantil y popular, porque nos priva de intervenir de forma unificada en este proceso electoral, cediéndole el terreno a las fuerzas frentepopulistas que van por el viejo plato recalentado de la “defensa de la democracia” que nos vuelve a sujetar bajo el apoyo a una fracción de la burguesía, que de “democrática” no tiene nada y no representan una verdadera salida de independencia política para nuestra clase. No hay tiempo que perder. La ausencia de una posición común, de un frente único de la izquierda que lucha, deja desorganizadas y sin referente a miles de trabajadoras, trabajadores y jóvenes que buscan una alternativa por fuera del régimen.
Desde la Fuerza 18 de Octubre, llamamos a las y los compañeros del PTR, MST, Movimiento Anticapitalista, Socialismo Revolucionario, del MIT, a las organizaciones combativas que vienen del tronco del MIR y también a los auténticos comunistas fieles a su clase, a todas las organizaciones, colectivos e independientes que se reclaman clasistas, anticapitalistas, al movimiento de mujeres y organizaciones revolucionarias a converger en la construcción urgente de una alternativa política propia de la clase trabajadora. Una herramienta que no se diluya en alianzas con sectores del régimen, que no le tenga miedo a la palabra socialismo, ni a la lucha de clases, y que apueste a reorganizar a la clase desde sus propios intereses.
Rechazamos la mala y tramposa disyuntiva entre ultraderecha fascista y el progresismo neoliberal. ¡Ninguna confianza en Jeannette Jara ni en la nueva Concertación! ¡Contra Boric y la derecha pinochetista, levantemos la lucha y organización independiente de la clase trabajadora! En el 2021, logramos articular un Frente por la Unidad de la Clase Trabajadora, que presentó candidaturas obreras independientes. Lamentablemente, es un retroceso que no trabajáramos por la continuidad de ese frente. Llegaríamos hoy con más fuerza. Esa articulación sigue siendo necesaria y posible. Hacemos un llamado a retomar esa perspectiva, para intervenir con una posición independiente en el debate político electoral y sentar bases para continuar después de las elecciones con un trabajo frentista conjunto en el proceso de la lucha de clases. La transformación radical de la sociedad no vendrá de la mano de reformas tibias, ni de nuevas administraciones del viejo orden. Solo un proyecto de ruptura, que ponga en el centro el poder de las y los trabajadores organizados, en un gobierno obrero y de los trabajadores, podrá abrir camino a una sociedad justa y libre de toda explotación.
Avancemos hacia una alternativa de independencia de clase, o dejaremos pasar una oportunidad que puede costarnos años de retroceso. Desde la Fuerza 18 de Octubre, no nos quedaremos cruzados de brazos. Llamamos a encontrarnos, debatir y construir con urgencia el instrumento que nuestra clase necesita.
¡Abajo la mercantilización de la educación, por el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles! ¡Condonación real del CAE para quienes se endeudaron para estudiar!
¡Basta de muertes en las listas de espera para recibir tratamientos, por un sistema público de salud que garantice el acceso a este derecho esencial para todo aquel que lo necesite!
¡Fin de la especulación inmobiliaria, por un plan de viviendas populares financiado por un impuesto a las propiedades ociosas!
¡Derogación de la ley antitomas utilizada para perseguir a quienes luchan por el derecho a la vivienda!
¡No más AFPs. Por la nacionalización del sistema previsional, sin pagos “indemnizatorios” y bajo control de las y los trabajadores! ¡Aumento de emergencia para el conjunto de pensionados que alcance a cubrir el costo de vida de la tercera edad financiado por aportes patronales!
¡Basta del saqueo de nuestros recursos estratégicos, por la nacionalización del cobre y el litio bajo gestión obrera!
¡Abajo la reforma patronal de las normas de protección ambiental! ¡No más zonas de sacrificio!
¡Aparición con vida de Julia Chuñil! ¡Desmilitarización del Wallmapu!
¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Derogación de la Ley Naim Retamal! ¡Justicia para las víctimas de la violencia estatal y garantías de no repetición!
¡Ruptura de las relaciones con el ilegítimo estado de Israel, por el derecho a retorno del pueblo palestino a su territorio, por una Palestina libre, laica y socialista!
¡Por un gobierno de las y los trabajadores!
¡Por una izquierda de ruptura, independiente de la burguesía!
¡Por un socialismo clasista y revolucionario!
Fuerza 18 de Octubre- Julio 2025